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Mujica calificó de “lamentable y doloroso” el juicio político contra Rousseff

José “Pepe” Mujica volvió a manifestar su apoyo a la presidenta brasileña Dilma Rousseff al considerar que el juicio político en su contra es “lamentable y doloroso”, y enfatizó: “es para llorar”.
“Dicen que es legal, porque es el Parlamento. Es como aquella imagen de la gente que o no creía en brujas, pero que las hay, las hay. Si esto no es un golpe, que parecido, ¿no?”, cuestionó el ex mandatario uruguayo durante una entrevista con la radio porteña AM750.
"Lo peor de todo –agregó- es que la democracia tiene muchos defectos, pero uno de los más mayúsculos es que le enmiende la decisión que toma la gente; buena mala o regular, en el acierto o en el error, pero que toma la gente cuando vota. Entonces que un puñado de señores tomen la decisión de pasarle por arriba a una decisión que se tomó por mayoría, me parece lamentable y doloroso”.
El plenario del Senado Federal de Brasil homologó hoy la composición de la comisión especial encargada de examinar el pedido de impeachment contra Rousseff, previamente admitido por la Cámara de Diputados.
La comisión quedó integrada por 21 legisladores y la misma cantidad de suplentes, quienes tendrán 10 días para debatir la acusación.
El que mayor número de representantes (cinco) los tiene el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que abandonó la coalición gubernamental a fines de marzo último y cuyo líder, el vicepresidente Michel Temer, es uno de los artífices del golpe de Estado en curso.
Cualquiera sea el resultado de la comisión, la decisión final sobre la apertura o no del proceso de destitución corresponderá al pleno del Senado, que después de conocer el informe del cuerpo especial tendrá 48 horas para someterlo a voto. Su aprobación requerirá mayoría simple (41 votos de entre 81 integrantes).
De admitirse el inicio del juicio político, la Presidenta será notificada y apartada del cargo por un período máximo de 180 días para que los senadores concluyan el proceso.
Si se llegara a esta instancia, las sesiones serían encabezadas por el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) y la aprobación de la casación del mandato de la jefa de Estado requeriría el apoyo de dos tercios (54) de los miembros del Senado.