Según señalaron especialistas de la Subsecretaría de Promoción y Prevención de la Salud, la acumulación de agua en las viviendas, patios y calles puede provocar contaminación de las fuentes de agua, migración de roedores y proliferación de mosquitos. Desde el punto de vista sanitario, pueden registrarse enfermedades como tétanos, hepatitis A, diarreas, leptospirosis o dengue; como así también afecciones por la contaminación de animales que luego se destinan al consumo.
Por ello, la cartera sanitaria recomienda tener en cuenta aspectos relacionados a la seguridad del agua para beber y de los alimentos; la limpieza de la vivienda y la prevención de enfermedades.
Agua y alimentos seguros
Ante cortes en el suministro de agua, consumir agua embotellada o proveniente de una fuente segura; y en el suministro de energía eléctrica, ingerir alimentos bien preservados y que no hayan sufrido interrupciones en la cadena de frío.
Los alimentos freezados pueden conservarse por 24 horas, siempre y cuando permanezcan en el freezer cerrado. En el caso de heladera, el tiempo de conservación de alimentos perecederos (leche, carne, pescado, entre otros) generalmente es de 4 a 6 horas; mientras que las frutas y verduras pueden conservarse hasta que muestren signos evidentes de deterioro.
Asimismo, es importante seguir medidas básicas de higiene como lavarse las manos con jabón y agua segura antes de preparar o comer alimentos; y después de usar el baño, de participar en actividades de limpieza y de manipular artículos.
Cuidados en el hogar
No manipular artefactos eléctricos ni intentar conectarlos si la pared y el piso están mojados o húmedos. Usar calzado aislante (de goma) para desenchufar todos los artefactos eléctricos.
En caso de anegamiento, esperar a que baje el agua para realizar el trabajo de limpieza y no manipular artefactos eléctricos que estén conectados a la red eléctrica, sin antes desconectar la fuente central de energía (llave interruptor, térmica o disyuntor). Tener a mano los teléfonos de los servicios de emergencia –como el 107 de Salud o el 911 de la Policía- para recurrir de ser necesario.
Evitar sacar la basura para prevenir obstrucciones en los desagües; y utilizar lavandina –que evita el desarrollo de hongos- para la limpieza y desinfección de las paredes, los pisos y muchas otras superficies de la casa.
Prevención de enfermedades
En relación a las Infecciones trasmitidas por vectores, se debe evitar la acumulación de agua en recipientes que se comportan como criaderos del aedes aegypti, vector transmisor de enfermedades como el dengue.
En las zonas anegadas, extremar las medidas de higiene para evitar riesgos de contraer enfermedades transmitidas por roedores, como leptospirosis y hantavirus. Evitar entrar en contacto con la orina de los animales, combatir las ratas, evitar la acumulación de basura, utilizar guantes y botas para desratizar, no bañarse en las aguas que pudieran estar contaminadas y evitar transitar sin botas de goma por lugares donde hay barro.
La acumulación de agua de lluvia en las calles, cunetas y en algunos hogares, supone diversos riesgos, incluidas las enfermedades infecciosas, dermatitis, enfermedades respiratorias, toxicidad por químicos y traumatismos.
Para prevenir las enfermedades infectocontagiosas es importante cumplir con las medidas de prevención higiénico-sanitarias y conocer los signos para identificar precozmente la diarrea, la deshidratación y otros signos de alarma. Estos signos son aumento de deposiciones, diarrea con sangre, incapacidad de beber o tomar el pecho en caso de lactantes, presencia de vómitos frecuentes, escasa eliminación de orina, palidez, somnolencia, convulsiones.
En cuanto a las enfermedades inmunoprevenibles, como el tétanos y la hepatitis A, se recomienda a la población acercarse al centro de salud más cercano a su domicilio para completar los esquemas de vacunación según corresponda.
Según señalaron especialistas de la Subsecretaría de Promoción y Prevención de la Salud, la acumulación de agua en las viviendas, patios y calles puede provocar contaminación de las fuentes de agua, migración de roedores y proliferación de mosquitos. Desde el punto de vista sanitario, pueden registrarse enfermedades como tétanos, hepatitis A, diarreas, leptospirosis o dengue; como así también afecciones por la contaminación de animales que luego se destinan al consumo.
Por ello, la cartera sanitaria recomienda tener en cuenta aspectos relacionados a la seguridad del agua para beber y de los alimentos; la limpieza de la vivienda y la prevención de enfermedades.
Agua y alimentos seguros
Ante cortes en el suministro de agua, consumir agua embotellada o proveniente de una fuente segura; y en el suministro de energía eléctrica, ingerir alimentos bien preservados y que no hayan sufrido interrupciones en la cadena de frío.
Los alimentos freezados pueden conservarse por 24 horas, siempre y cuando permanezcan en el freezer cerrado. En el caso de heladera, el tiempo de conservación de alimentos perecederos (leche, carne, pescado, entre otros) generalmente es de 4 a 6 horas; mientras que las frutas y verduras pueden conservarse hasta que muestren signos evidentes de deterioro.
Asimismo, es importante seguir medidas básicas de higiene como lavarse las manos con jabón y agua segura antes de preparar o comer alimentos; y después de usar el baño, de participar en actividades de limpieza y de manipular artículos.
Cuidados en el hogar
No manipular artefactos eléctricos ni intentar conectarlos si la pared y el piso están mojados o húmedos. Usar calzado aislante (de goma) para desenchufar todos los artefactos eléctricos.
En caso de anegamiento, esperar a que baje el agua para realizar el trabajo de limpieza y no manipular artefactos eléctricos que estén conectados a la red eléctrica, sin antes desconectar la fuente central de energía (llave interruptor, térmica o disyuntor). Tener a mano los teléfonos de los servicios de emergencia –como el 107 de Salud o el 911 de la Policía- para recurrir de ser necesario.
Evitar sacar la basura para prevenir obstrucciones en los desagües; y utilizar lavandina –que evita el desarrollo de hongos- para la limpieza y desinfección de las paredes, los pisos y muchas otras superficies de la casa.
Prevención de enfermedades
En relación a las Infecciones trasmitidas por vectores, se debe evitar la acumulación de agua en recipientes que se comportan como criaderos del aedes aegypti, vector transmisor de enfermedades como el dengue.
En las zonas anegadas, extremar las medidas de higiene para evitar riesgos de contraer enfermedades transmitidas por roedores, como leptospirosis y hantavirus. Evitar entrar en contacto con la orina de los animales, combatir las ratas, evitar la acumulación de basura, utilizar guantes y botas para desratizar, no bañarse en las aguas que pudieran estar contaminadas y evitar transitar sin botas de goma por lugares donde hay barro.
La acumulación de agua de lluvia en las calles, cunetas y en algunos hogares, supone diversos riesgos, incluidas las enfermedades infecciosas, dermatitis, enfermedades respiratorias, toxicidad por químicos y traumatismos.
Para prevenir las enfermedades infectocontagiosas es importante cumplir con las medidas de prevención higiénico-sanitarias y conocer los signos para identificar precozmente la diarrea, la deshidratación y otros signos de alarma. Estos signos son aumento de deposiciones, diarrea con sangre, incapacidad de beber o tomar el pecho en caso de lactantes, presencia de vómitos frecuentes, escasa eliminación de orina, palidez, somnolencia, convulsiones.
En cuanto a las enfermedades inmunoprevenibles, como el tétanos y la hepatitis A, se recomienda a la población acercarse al centro de salud más cercano a su domicilio para completar los esquemas de vacunación según corresponda.