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Ley Argentina Digital "es un proyecto monopólico y extranjero”

“Los servicios que siguen teniendo la condición de servicio público cada vez son menos. Generalmente abaratado a la suerte de la telefonía fija porque es un resabio de las viejas empresas estatales y monopólicas que tenían teléfonos. La Argentina era Entel. Pero eso que se mantuvo en el tiempo, cuando se privatiza y entran dos prestadoras: queda Telefónica y Telecom. El desarrollo tecnológico amplió el espectro de tal manera que se desarrollaron los celulares, la banda ancha y una serie de transmisión de datos, etc, que ninguno se presta a través del servicio público sino que se hace un servicio en competencia”, explicó. “Servicio en competencia que hace que todas esas empresas que firmaron en ese proceso durante veintipico de años han hecho una inversión importante. Por poner ejemplo concreto, los tres o cuatro principales competidores hoy en día en el mundo del cable han invertido: uno en fibra óptica atendiendo casi todo el Conurbano para poder brindar un servicio Triple Play (Telecentro), otros han invertido en anillos de fibra óptica en 8 mil o 9 mil km que es Cablevisión. En la zona de Cuyo, Supercanal Holding ha hecho más o menos lo mismo. En Bahía Blanca, otras empresas. ¿Qué hace la norma esta? Al calificarlo como Servicio Público, se le mete dentro del negocio. Porque le exige o le va a poder exigir determinadas condiciones para que le brinden la posibilidad de que desarrollen ahí dentro de la actividad otras empresas”, agregó Pereyra. Dicho accionar termina siendo un monopolio. “Bajo la excusa de la independencia y la competitividad, cuando uno corre las palabras grandilocuentes se va a encontrar que va a terminar siendo el acceso a tres o cuatro empresas monopólicas que son de capital extranjero”“Los que han hecho esa inversión más fuerte en fibra óptica fueron los cableros, no fueron las telefonías. ¿Por qué? Porque las telefonías no podían brindar el servicio de radiodifusión, que está vedado por la ley, la vieja ley y la actual ley”, explicó el letrado. En el anuncio del Gobierno se encargaron de aclarar que esto no regula contenidos. Pero si todo queda en manos de tres o cuatros monopolios, de alguna manera sí se regulan. “El articulado dice que no van a regular contenidos. Pero hay otro artículo que define que tampoco el Estado va a poder, en condición de servicio público, regular la transmisión de los datos. Esto significa que aquel tenga una capacidad dentro de su infraestructura, que la envistió, que puso la plata, esa persona le van a exigir que cuelgue de ahí, de esa infraestructura determinadas nuevas empresas. Eso va limitar el tráfico. Por ende, si yo estoy acostumbrado a mirar determinados programas por Internet como 26, TN o Infobae, mi capacidad de acceso a eso en función de la velocidad que recibo va a ser imposible. Salvo que el prestador que lo tenga de una ventaja competitiva, que la ley lo prohíbe pero que es difícil de acreditarlo, casi imposible”, sostuvo Pereyra. Así, las cooperativas que arriendan, Telefónica y Telecom, “van a poder estar insertas dentro de lo que es la infraestructura si quisieran brindar telefonía. Y las cooperativas que sacaron las licencias de radiodifusión para poder brindar el servicio de cable, que hay muchas nuevas porque el Gobierno se dedicó a hacer eso, las que no han hecho ninguna inversión, o sea no pusieron un metro de fibra óptica van a poder colgarse de algún cablero existente o de Telefónica y Telecom y empezar a brindar sobre una localidad sin inversión”. “El cablero está como el que vendía velas cuando se empezó con la electricidad. Queda afuera no porque sea ineficiente. Por ejemplo, en Europa, en dos o tres hoteles, la cantidad de señales que tenés en tu habitación son 5 o 6. Vas a cualquier hotel de Argentina y tenés 80, quiere decir que los servicios de radiodifusión de cable son mejores acá que en el resto del mundo. Ahora, esos cableros que fueron eficientes dentro de este sistema, los sacás de la cancha en beneficio de 4 o 5 empresas que se van a quedar con todo. Las únicas que van a poder, con economía de escala, tratar de competir van a ser Telecentro o Cablevisión, siempre y cuando no les sigan jodiendo la vida como lo están haciendo hasta ahora”, sentenció el letrado. Aseguró, además, que “la ley de radiodifusión o servicio de comunicación audiovisual puso un artículo que dijo que para adecuarse tienen un año, con las vicisitudes que todos sabemos que hubo. Esta, previendo eso dijo 'los requisitos para tener una licencia se van a hacer a través de un reglamento'. O sea, no están en la ley. Van a ser por decreto. Y la tienen que cumplir los licenciatarios nuevos y los licenciatarios que están. Por ende, las empresas que están y no cumplan con el nuevo requisito, como por ejemplo dejar colgar sobre la infraestructura de una empresa a un tercero, implica la caducidad de la licencia. Y si se promulga en diciembre, en marzo está en problemas graves”. En Argentina hay más de 700 cableros, y si cada uno tiene 100 empleados quedará una cantidad de desocupados enorme como “aquellos que prestan el servicio de atención de a la infraestructura, aquellos que le brindan el servicio de limpieza a los estudios centrales de cada licenciatario con canal propio”. “Acá no importa, es la política del 'vamos viendo'. Cuando justificaron que la nueva Ley de Medios es para destruir a los monopolios y sobre todo si esos monopolios son extranjeros y llevaron la bolsa al cuello en eso, hoy que vayan a explicarle a la gente que terminan defendiendo este proyecto de ley que es monopólico y extranjero”, finalizó Pereyra.