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Videla dijo que hizo desaparecer a 8 mil personas

El dictador Jorge Videla admitió por primera vez que la dictadura asesinó a "siete u ocho mil personas", dijo que sus cuerpos fueron desaparecidos "para no provocar protestas dentro y fuera del país" y que el golpe militar de 1976 "fue un error" porque "no se necesitaba" para combatir "la subversión".

Además, destacó que, a diferencia del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), "Montoneros guardaba algo del nacionalismo, del catolicismo, del peronismo"; dijo que los decretos del presidente provisional Italo Luder "nos dan licencia para matar", reveló que los empresarios les dijeron "'tendrían que haber matado a mil, a diez mil más'" y aseguró que "Dios nunca me soltó la mano".
En el libro "Disposición final", del periodista Ceferino Reato -que mañana lanzará la editorial Random House Mondadori-, Videla reconoce que las Fuerzas Armadas asesinaron civiles "para ganar la guerra contra la subversión".

"No había otra solución; (en la cúpula militar) estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra contra la subversión y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta. Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco fusiladas", reveló.
Según Videla, líder del golpe del 24 de marzo de 1976 y presidente de facto durante cinco años hasta marzo de 1981, "pongamos que eran siete mil u ocho mil las personas que debían morir para ganar la guerra contra la subversión".
Dijo que los cadáveres fueron eliminados "para no provocar protestas dentro y fuera del país. Cada desaparición puede ser entendida ciertamente como el enmascaramiento, el disimulo, de una muerte".
Reato entrevistó a Videla durante veinte horas entre octubre de 2011 y marzo de 2012 en la celda número 5 de la prisión federal de Campo de Mayo.
Allí, el dictador confesó que hizo desaparecer cuerpos de personas muertas en tiroteos, como el del jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Mario Santucho, porque "era una persona que generaba expectativas. La aparición de ese cuerpo iba a dar lugar a homenajes, a celebraciones. Era una figura que había que opacar". "La frase 'Solución Final' nunca se usó. 'Disposición Final' fue una frase más utilizada. Son dos palabras muy militares y significan sacar de servicio una cosa por inservible. Cuando, por ejemplo, se habla de una ropa que ya no se usa o no sirve porque está gastada, pasa a Disposición Final", indicó Videla.
Además, precisó que "por su preparación militar e ideológica, el Ejército Revolucionario
del Pueblo (ERP) era más enemigo que Montoneros; era algo ajeno, otra cosa. Montoneros guardaba algo del nacionalismo, del catolicismo, del peronismo con el que había nacido".
"No hay listas con el destino final de los desaparecidos. Podría haber listas parciales, pero desprolijas", añadió. Aseveró que "las desapariciones se dan luego de los decretos del presidente interino Ítalo Luder (casi seis meses antes del golpe), que nos dan licencia para matar. Desde el punto de vista estrictamente militar no necesitábamos el golpe. Fue un error". "Nuestro objetivo (el 24 de marzo de 1976) era disciplinar a una sociedad anarquizada. Con respecto al peronismo, salir de una visión populista, demagógica; con relación a la economía, ir a una economía de mercado, liberal. Queríamos también disciplinar al sindicalismo y al capitalismo prebendario", prosiguió.
También manifestó que los empresarios "se lavaron las manos. Nos dijeron: 'Hagan lo que tengan que hacer', y luego nos dieron con todo. Cuántas veces me dijeron 'se quedaron cortos, tendrían que haber matado a mil, a diez mil más!'". "Dios sabe lo que hace, por qué lo hace y para qué lo hace. Yo acepto la voluntad de Dios. Creo que Dios nunca me soltó la mano", aseveró.