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El pedido de Obama de poner bases militares en Misiones y Tierra del Fuego, ya fue aprobado.

Misiones y Tierra del Fuego, provincias ubicadas en los extremos norte y sur de Argentina, serían los lugares estratégicos elegidos para la instalación de las bases norteamericanas. La excusa, en un caso, el combate al narcotráfico y al terrorismo; en el otro, un polo de desarrollo científico. Los dos lugares son clave para el acceso a los recursos naturales del país, dice el colega Héctor Bernardo en el sitio Contexto, de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
En diálogo con ese medio, el diputado nacional del Frente para la Victoria (FpV) Daniel Di Stéfano señaló que “hace muchos años que se habla de la posibilidad de que se instale una base en Misiones. En 2013, la presidenta Cristina Fernández rechazó ese pedido de Estados Unidos. Pero este año, luego de la visita de Barak Obama a la República Argentina, hubo muchos avances, muchas reuniones para la instalación de las bases militares. Inclusive, fue uno de los temas que se trató en la cumbre entre los presidentes Macri y Obama”.
“La idea de instalar una base norteamericana en Misiones lleva como excusa el combate al narcotráfico y el terrorismo. También existe la posibilidad de la instalación de una base en Tierra del Fuego, que viene disfrazada de base científica”, aseguró el diputado.
Di Stéfano afirmó: “Es preocupante la pérdida de soberanía que esto significa. Pone en riesgo el control de los recursos naturales. Misiones está ubicada sobre el Acuífero Guaraní, que es la cuarta reserva de agua potable más grande del mundo, y el 80% del territorio de la provincia es limítrofe con Paraguay y Brasil. Además, las personas que vienen a las bases militares gozan de inmunidad diplomática, por lo cual no pueden ser investigadas ni detenidas por ninguna fuerza provincial o federal. Hay varias denuncias de distintos organismos que señalan que estos marines han realizado violaciones a los derechos humanos en distintos lugares, por ejemplo, en Paraguay”.
Según afirmó el diputado Di Stéfano: “En la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto no hemos tenido respuesta de parte de la diputada Carrió acerca de este pedido de informe que hemos hecho, y tampoco hemos recibido respuesta de la canciller Susana Malcorra. De hecho, la diputada Carrió cajoneó nuestro pedido y otros similares”.
El diputado también señaló: “El silencio del Gobierno nacional ante nuestro pedido de informe es toda una respuesta. Es necesario que este tema tenga un profundo debate y que los ciudadanos estén informados sobre lo que se piensa hacer. Las negociaciones para instalar la base científica en Ushuaia están muy avanzadas. Hubo reuniones en Argentina y hace un mes y medio el Ministerio de Defensa de nuestro país envió una delegación a Estados Unidos para tener una reunión con sus pares del Pentágono para avanzar en este tema”.
Fuentes del Gobierno nacional confirmaron que están avanzadas las negociaciones con Washington, pero sostienen el discurso de que lo que se pretende es combatir al narcotráfico y generar un polo científico que, según aseguran, generaría “fuentes de trabajo”.
En un artículo publicado en diario Contexto el 17 de mayo de este año, titulado “Desembarcan los marines”, Elsa Bruzzone, especialista en temas de geopolítica, estrategia y defensa nacional y miembro del Centro de Militantes para la Democracia Argentina (CEMIDA), aseguró: “Estados Unidos utiliza diversas excusas, entre ellas la de ‘ayuda humanitaria’ y ‘apoyó ante las catástrofes naturales’, para instalar bases militares disfrazadas de bases científicas. Estas bases encubiertas siempre las instalan en zonas donde hay recursos naturales altamente estratégicos: agua, tierra fértil para producción de alimentos, minerales, hidrocarburos, biodiversidad”.
En aquel artículo Bruzzone remarcó que “lo que buscan es cerrar el cerco sobre todos los recursos naturales que tenemos en nuestra América. Las bases militares, cubiertas y encubiertas, que ha instalado en Centroamérica y el Caribe, sumadas a las que tienen en Colombia, Perú, Chile, Paraguay, junto a la base militar de la OTAN en Malvinas, más el destacamento británico en las Islas Georgias, cierran el cerco sobre todos nuestros recursos naturales y reafirman su presencia en la Antártida”.
Por último, la especialista señaló: “No hay que olvidar que la Antártida es la mayor reserva de agua dulce congelada en el mundo. Justamente en ese sector es donde nos disputamos soberanía Argentina, Chile y Gran Bretaña. En la Península Antártica se encuentran los mayores yacimientos de hidrocarburos de la región y hay minerales altamente estratégicos que son indispensables para la industria militar y la aeroespacial. El objetivo de Estados Unidos es obtener el control de todos nuestros recursos naturales”.
En tanto, el Presidente de Estados Unidos Barack Obama tuvo que regresar a Estados Unidos de una gira europea que concluyó 24 horas antes de lo previsto. El motivo del cambio en el programa del Presidente Obama fue la ola de violencia racial cuyo más reciente capítulo es la muerte de cinco policías blancos en la ciudad tejana de Dallas a manos de un ex militar negro que cumplió misión en Afganistán. En la misma semana los asesinatos de dos ciudadanos negros por agentes del orden en Baton Rouge y Minneapolis fueron filmados y difundidos por las redes sociales, desatando nuevas protestas entre amplios sectores de la sociedad norteamericana.
“Golpeado por la violencia en casa podría suponerse que Obama buscaba la paz fuera de Estados Unidos. De hecho,el 6 de julio conversó con el líder ruso Vladimir Putin sobre la cooperación militar contra el Estado Islámico en Siria y la implementación de los acuerdos de Minsk con relación a Ucrania.  En ambos lugares el apoyo norteamericano a grupos extremistas ha desatado situaciones que han devenido en una prolongada guerra civil. En particular en Siria, hasta la ex Secretaria de Estado de Obama, y actual candidata a la presidencia por el Partido Demócrata Hillary Clinton, ha reconocido la responsabilidad estadounidense en el nacimiento de la organización terrorista Estado Islámico”, escribió Iroel Sánchez en un artículo publicado por Al Mayadeen y el sitio argentino Pulso de los Pueblos.
Así, el 8 y el 9 de julio Obama arribó a Varsovia, capital polaca, para una cumbre de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) pero lejos de impulsar la cooperación con Rusia, el principal acuerdo de la reunión ha sido reforzar con cuatro batallones en Polonia y los países bálticos el cerco occidental contra Moscú, a la vez que han anunciado la entrada en operaciones de un sistema antimisil que solo puede elevar las tensiones con el gobierno ruso. De hecho, el Presidente del Comité Internacional del Consejo de la Federación de Rusia, Konstantin Kosachev, ha afirmado que la decisión de la OTAN “ha cimentado el segundo muro en Europa, después del de Berlín” con la “lógica de la confrontación de la Guerra Fría”. Por su parte, el Primer Vicepresidente del Comité de Defensa y Seguridad del Consejo de la Federación declaró que pudieran “requerirse de 10 a 15 años, o incluso más, para devolver la paz mundial al estado de ayer”.
Con ese resultado en el bolsillo, Obama viajó a Madrid, pasó por el Palacio de la Moncloa para reunirse con el Jefe de Gobierno Mariano Rajoy y recibió a los líderes de tres de las agrupaciones políticas ibéricas en la base militar de Torrejón de Ardoz para viajar luego a la base naval que las fuerzas militares norteamericanas operan en Rota (Cádiz), donde ha dicho como en los tiempos en que George W. Bush planificaba con Tony Blair y José María Aznar la invasión a Iraq: “No podríamos pedir un mejor aliado que España”.
Nuevas bases militares, actos de hostilidad contra Rusia y oídos sordos a las protestas populares que condenaron la ocupación militar del territorio español por EE.UU. fueron el resultado del recorrido del Premio Nobel de la Paz entre Washington, Varsovia y Cádiz para de regreso tratar de aplacar lo que cada vez se parece más a una guerra civil en su propio país.
Apenas dos años después de la llegada de Obama a la Casa Blanca el activista por los derechos civiles de los afroamericanos Jesse Jackson se declaraba decepcionado por su antiguo compañero:
“Nosotros (los negros) fuimos los primeros que lo apoyaron, mucho antes que la gente que ahora van a sus fiesta de gala “para recaudar fondos” se interesaran por él. El 96 por ciento de los afroamericanos votaron por él. Pero hoy somos nosotros los que más sufrimos bajos los efectos de la crisis económica mundial, porque los bancos y las inmobiliarias estafaron deliberadamente con sus créditos a la población afrodescendiente. Nosotros los negros somos los que más sufrimos el desempleo y de cada dos negros mayores de 20 años, uno no tiene trabajo. En  América mueren cada año miles de ciudadanos víctimas de la pobreza y de la violencia, la mayoría son afroamericanos. Obama solía ser un organizador de la comunidad. Él sabe cómo construir comunidades. En Afganistán, hay un plan de construcción de la democracia; cientos de miles de soldados la están protegiendo. Hay un plan para construir y reconstruir allí. Sin embargo, muchos miles de estadounidenses mueren a causa de la violencia y la pobreza cada año y no tienen un plan para la reconstrucción en el país”,
En la cumbre de Varsovia los líderes de la OTAN  han acordado prolongar la misión Resolute Support (Apoyo Decidido) en Afganistán más allá de 2016 y continuar proporcionando asesoramiento, asistencia y formación a las fuerzas de seguridad afganas.
Una base de datos del periódico The Washington Post  recoge que desde enero de 2015 más de 1500 personas han muerto en Estados Unidos por disparos de la policía. Tal vez Obama debió solicitar en Varsovia una misión “Apoyo Decidido” para su país pero no del estilo de la que cumplió el francotirador que aprendió a matar en Afganistán y que en un boomerang siniestro ahora asesinó cinco policías en una guerra donde los negros, doblemente discriminados por negros y por pobres, llevan la peor parte. Bastaría con que el dinero que se emplea en mantener bases militares en el extranjero y financiar “cambios de régimen” se utilice en salvar  a millones de ciudadanos norteamericanos de la violencia y la pobreza que les impone su propia sociedad.