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El ajuste, la nueva moda que intentan imponer Clarín y La Nación

Ya no es necesario ser un estudioso del periodismo para entender cuando los medios masivos de comunicación encaran la tarea de preparar el terreno para algo. Crean las condiciones de posibilidad, se diría. Y, por lo general, ese “algo” suele ser una medida del Gobierno, desde un ajuste económico, un endurecimiento de las leyes, hasta una intervención militar. Con ese objetivo, se fogonea la inflación, la inseguridad, la ineficiencia estatal, el odio a los inmigrantes, el fantasma del terrorismo, etcétera. En Argentina se da hoy un fenómeno parecido con respecto al enfriamiento de la economía, del mercado interno. Sus principales protagonistas son La Nación y Clarín. Desde la asunción de Mauricio Macri, estos diarios ha comenzado con una serie de notas que busca justificar las consecuencias ya palpables de las medidas de la gestión Cambiemos, y de las que están por venir. Esta serie de artículos tiene la particularidad de ser entre desopilante y bizarra, y generaría mucho más humor si en el fondo no se tratase de algo tan delicado. El periodista platense Dani Badenes Schaposnik, que lleva en su Facebook un detalle exhaustivo de las publicaciones, llamó a este proceso “registro de los preparativos”. La última entrega fue en Clarín y hablaba de los “nuevos ricos”. Según el texto, son las personas que tienen “tiempo libre, un tesoro que puede dar más felicidad que el dinero”. El texto es de Mariana García y describe a los dichosos que no poseen “ni jefes, ni horarios, ni oficinas”. Claro, olvidaron decir que tampoco tienen trabajo. O, si lo tienen, no es muy formal que digamos. “Lo que ellos tienen no se puede pesar ni contar. Tampoco medir. Su valiosa posesión es capacidad, voluntad y tiempo para disfrutar de lo que les gusta. Para ellos, el lujo es eso, hacer lo que quieren cuando quieren. Llevan la fortuna puesta cada día”, arranca el escrito. Al menos, discutible. Otra pieza imperdible corresponde a Sofía Diamante, de La Nación. “Precios que suben… y aportan al conocimiento”, dice el título de la información. Aquí, lo que destaca es que los argentinos son los mejores preparados del mundo para responder sobre temas de inflación, por sobre la media. “El test les fue realizado a 150.000 personas de 140 países por la consultora Standard & Poor’s, y el análisis de los resultados estuvo a cargo de técnicos del Banco Mundial y de la Universidad de Washington”, explica la cronista. El diario de la familia Mitre también se animó a titular lo siguiente: “Sin pudores: cada vez más gente pide llevarse la comida que sobra”. En ese caso, Sebastián Ríos escribe: “En países como Francia ya se instaló el doggy bag para reducir la basura que tiran los restaurantes”. Si bien el concepto tiene que ver con “la bolsa para el perrito”, en el desarrollo la idea vira hacia el consumo de las personas. “Pero más allá de las decisiones individuales en torno del tema, lo cierto es que cada vez son más los que se animan a llevar la comida sobrante para consumo personal”, reflexiona el autor. Para argumentar esa hipótesis aparece citado Francisco Barreiro: “Debo admitir que me da un poquito de vergüenza pedir que me envuelvan lo que no comí, pero si me lo ofrecen ¡no lo dudo! A casa y directo para el almuerzo del día siguiente”. Los viajes y las nuevas tendencias Pero el sector consumo no es el único que tiene sus líneas dedicadas. Los viajes y el turismo son otra dimensión en la cual se trata de imponer un cambio de época, de tapar la pésima temporada que tiene lugar en la Costa Atlántica. “Vacaciones en carpa, un clásico que tiene su primer campeón”, apuntó para Clarín Mariano Gavira. El campeón es Pablo Papa, de 36 años, que se consagró en el primer certamen de ese tipo que se realizó en Necochea. El ganador de la competencia, obviamente, remarca las bondades de pernoctar bajo las estrellas. “Desde chiquito su casa en los veranos es una porción de tela clavada al piso. No recuerda lo que es un hotel. Dice que el contacto con la naturaleza no lo cambia por nada: ‘No existe el reloj, te despertás con el ruido del mar y te acostás cuando el fogón se apaga’”. Según el cronista, “el camping es otra de las opciones que tienen los turistas que no desean el clásico hotel” y “existen muchos que brindan servicios casi cinco estrellas”. Y, para derribar todo pudor, se introduce una cita textual de Rafael Mugica, dueño del parque Miguel Lillo: “La gente quiere asistencia médica y vigilancia. Son turistas que tuvieron que bajar un escalón en su economía, cuidando el bolsillo, pero que continúan siendo exigentes al buscar servicios”. Otra variante para convencer de que los viajes no son una buena opción es retomar el temor a enfermarse. Por ejemplo, Fabiola Czubaj advierte en La Nación que “El cambio climático y los viajes son los aliados de la propagación del dengue”. Según la redactora, “Atribuyen el adelantamiento de la circulación del virus a las altas temperaturas y al crecimiento de un 20% del turismo a las zonas epidémicas, como Brasil”. En ese sentido, hay un título que quedará en la historia, porque quizá nunca nadie se animó a tanto: “El turismo virtual no para de sumar millas”. Insuperable. Resulta que ahora es mejor recorrer el mundo desde la PC. “Mediante la tecnología de Street View, Google incorpora cada vez más recorridos, desde las Galápagos hasta las Malvinas, para visitar a través de las pantallas”, explica Manuel H. Castrillón, también para la Tribuna de doctrina. Créase o no, el periodista habla maravillas de la comunidad de viajantes que suben sus fotos a la web de dicho gigante informático. Es más, casi que es una actitud solidaria: “En cierta forma, estaremos ayudando a otros turistas como nosotros a recorrer virtualmente paisajes a los que quizás no fueron. Pero sueñan con ir”. Para completar el combo, el mismo matutino introduce el término “miniturismo” para jerarquizar las famosas escapadas a menos de doscientos kilómetros de Capital Federal. Otros títulos cautivantes son aquellos referidos a minimizar los cortes de luz, donde se vislumbra una baja en la disponibilidad de la energía. En este caso, el más significativo haya sido “Volver al ventilador: el mejor aliado para combatir el calor y la crisis energética”. Fue una creación de Fabián Garreta para Clarín. “El aire acondicionado es una máquina de producir frío para remover calor. Si la red eléctrica no está en buenas condiciones, el uso de estos equipos dispara el consumo. En cambio, el ventilador consume mucho menos y produce una agradable sensación de confort”. Un verdadero poema. Trabajo y vida sana También los hay para intentar meter ideas nuevas en el mundo del trabajo. “Diez años en la misma empresa puede ser un fracaso personal”, publica Clarín, sobre una tendencia que viene de los Estados Unidos: “Los nacidos entre 1982 y el 2000 ya son mayoría en la fuerza laboral de EE.UU. Prefieren crecer en otra compañía que hacer carrera en una sola”. En esta área, La Nación ofrece una entrevista a Jacques van den Broek, CEO y presidente de la multinacional Randstad con un encabezado polémico: “El trabajo tiende a ser más individual y el convenio colectivo, a desaparecer”. Es interesante observar cómo se busca esparcir la idea de la contracción del gasto a través de la vida sana, de los hábitos saludables y hasta de los valores morales. “Prueban que el gesto de donar activa la oxitocina, hormona del placer”, dice el neurocientífico Facundo Manes en Clarín. “Este año tenés que comer legumbres”, aconsejan desde el mismo periódico para reducir la ingesta de carne en lo que será, parece, la moda de la “nutrición 2016”. Otro destacable es “El helado en palito empieza a tomar impulso”, de La Nación. Después de este recorrido es necesario hacer una salvedad. No es indigno, ni reprochable ni nada semejante realizar una o todas las alternativas que se enumeraron. Todas y todos tienen derecho a transitar su día a día con absoluta libertad. Lo que se muestra es el denominador común sugestivo, que busca presentar como “tendencias”, “modas” y actitudes mayoritarias opciones que se complementan con tener menos dinero en el bolsillo.